Noche de sábado, verano, calor, humedad, polvo del Sahara, etc... Una noche cualquiera en Puerto Rico.
Fuimos al Festival Culinario del Viejo San Juan. La intención era de pasarla bien, compartir y disfrutar. Caminamos por la calle Fortaleza y por los que se dicen SOFO.
Calle cerrada, el publico caminando, muchas barras, muchas ofertas de comidas y tragos, mesas afuera, turistas y locales.
Lo que valió el paseo:
Los Oyster Shots de Sonné, marinados en sake y mirin.
La cena en Parrot Club, por la buena atención de sus meseros y el sabroso postre de rolls de guineos fritos en dip de dulce de leche... y los mojitos, ¡claro!
Lo que NO valió el paseo:
La mala atención de la gente de Tantra, que nos negó un silla afuera cuando tenían muchas desocupadas adentro.
Lo mejor de la noche:
bailar al ritmo de samba en la plaza bajo la voz de Debora Blum.
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